miércoles, 21 de septiembre de 2011

TRABAJANDO CON LA RIEB EN LA ESCUELA PRIMARIA

Mejorar la calidad educativa y responder a las demandas del nuevo milenio fueron propósitos principales de la puesta en macha de las reformas de la educación. Impulsar una formación integral de las alumnas y los alumnos de educación básica, orientada al desarrollo de competencias y aprendizajes esperados, referidos a un conjunto de estándares de desempeño, comparables nacional e internacionalmente.
Actualmente se contempla  una visión distinta del aprendizaje de los alumnos, de la función de las escuelas y de la práctica docente. Desde la perspectiva es que se reconocen las capacidades de los niños y los adolecentes, sus  potencialidades para aprender, de tal manera que en las propuestas curriculares de la RIEB los alumnos son el centro de las propuestas formativas en cada nivel y las escuelas se conciben como espacios generadores de experiencias de aprendizaje interesantes y retadoras para los alumnos, que los hacen pensar, cuestionarse, elaborar explicaciones, comunicarse cada vez mejor y aplicar de manera evidente lo que estudian y aprenden en la escuela.
La educación básica enfrenta el desafío de responder a las demandas de un mundo cambiante, los avances científicos y tecnológicos, las transformaciones sociales y la rapidez con que se produce y circula la información son, entre otros, factores que ponen en evidencia la necesidad de formar generaciones de niños y adolecentes capaces de aprender a aprender, para acceder al conocimiento y usarlo de manera creativa y eficiente.
Por tal motivo las competencias a desarrollar en el alumno son:
Para el aprendizaje permanente, el manejo de la información, el manejo de situaciones, la convivencia y la vida en sociedad.
Los campos formativos en la educación básica que contribuyen con el desarrollo de competencias a partir del logro de los estándares curriculares y los aprendizajes esperados son:
Lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y comprensión del mundo natural y social y desarrollo personal y para la convivencia.
Es muy importante especificar el perfil del egreso que define el tipo de alumno que se espera formar en el transcurso de la escolaridad básica y tiene un papel muy significativo en el proceso de articulación de los tres niveles (preescolar, primaria y secundaria). A continuación se expresa en términos de rasgos individuales y las razones de ser del perfil del egreso: definir el tipo de ciudadano que se espera formar a lo largo de la educación básica. Ser un referente común para la definición de los contenidos y orientaciones didácticas que guían el estudio de las asignaturas que forman el currículo. Servir de insumo para valorar la eficacia del proceso educativo.
Los elementos que articulan los tres niveles de la educación básica son: el perfil de egreso que sintetiza los logros que se esperan de los alumnos al concluirla; los estándares curriculares y las competencias para la vida, los principios pedagógicos en los que se sustenta la intervención docente y los enfoques didácticos correspondientes a los campos formativos y a las asignaturas que integran el mapa curricular de la educación básica.